Condiciones de salud mental durante la pandemia por COVID-19
Durante la pandemia por COVID-19 tal como se menciona en el artículo se evidenció un aumento de trastorno mentales y del comportamiento, así también en Ecuador, como muchos otros países, experimentó una serie de desafíos en términos de salud mental. Algunos de los factores que contribuyeron a esto incluyen el aumento del estrés debido al temor al contagio, la incertidumbre sobre el futuro, el distanciamiento social y las dificultades económicas. Aquí hay algunas condiciones específicas de salud mental que se observaron durante la pandemia en Ecuador. Las enfermedades más prevalentes fueron; Ansiedad y Estrés, Depresión, Trauma, Aumento del consumo de sustancias, Aislamiento social y el Acceso limitado a servicios de salud mental por temas de movilidad y el colapso de los servicios de salud en general.
La pandemia de COVID-19 ha generado una serie de situaciones estresantes y disruptivas en la vida de las personas, como el confinamiento, la pérdida de seres queridos, el miedo a enfermarse, el distanciamiento social y la incertidumbre sobre el futuro. Existieron varios factores que pueden aumentaron el riesgo de consumo de drogas por varias razones. El estrés agudo y la ansiedad generalizada causados por la pandemia pueden llevar a las personas a buscar formas de aliviar sus síntomas, y el consumo de drogas puede parecer una salida rápida para lidiar con estas emociones abrumadoras. El distanciamiento social y el confinamiento pueden aumentar la sensación de soledad y aislamiento en algunas personas, lo que a su vez puede aumentar la propensión al consumo de drogas como una forma de escapar de la realidad o sentirse conectado con otros, aunque sea de manera virtual. Para algunas personas, el consumo de alcohol u otras drogas puede ser percibido como una forma de hacer frente a la situación actual. Sin embargo, el uso de drogas como mecanismo de afrontamiento puede ser contraproducente a largo plazo y aumentar el riesgo de dependencia. El cierre de establecimientos y la interrupción de las rutinas diarias pueden llevar a un aumento en el tiempo libre y la falta de estructura en la vida diaria. Esto puede hacer que algunas personas sean más propensas a experimentar aburrimiento o buscar nuevas actividades para llenar su tiempo, incluido el consumo de drogas.