Abstracto

Fondo

El consumo de alcohol durante el embarazo puede tener una variedad de consecuencias perjudiciales para el feto. Efectos de por vida incluyen restricción del crecimiento, anomalías faciales características, y disfunción neuroconductual. Esta gama de efectos se conoce como trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF). No hay cantidad, patrón o momento de consumo de alcohol durante el embarazo que se ha demostrado que es seguro para un embrión o feto en desarrollo. Por lo tanto, es importante examinar a los pacientes para detectar el consumo de alcohol, informarles sobre los posibles efectos del alcohol durante el embarazo, fomentar la abstinencia y consultar la intervención si es necesario. Sin embargo, no se ha establecido bien cómo y con qué frecuencia las enfermeras y parteras preguntan sobre el consumo de alcohol durante el embarazo o utilizan las herramientas de detección recomendadas y las barreras que perciben a la detección del alcohol.

Métodos

Esta encuesta fue enviada a cerca de 6.000 parteras estadounidenses, profesionales de enfermería y enfermeras que brindan atención prenatal sobre su conocimiento de los efectos de la exposición prenatal al alcohol, la prevalencia del consumo de alcohol durante el embarazo y las prácticas para la detección consumo de alcohol de los pacientes. Los participantes fueron reclutados por correo electrónico de toda la lista de miembros del Colegio Americano de Enfermeras-Parteras.

Resultados

Se devolvieron 578 encuestas válidas (alrededor del 9,6%). Los análisis mostraron que el 37,7% de los encuestados cree que beber alcohol es seguro durante al menos un trimestre del embarazo. Sólo el 35,2% de los encuestados reportó pruebas de detección para evaluar el consumo de alcohol del paciente. Sólo el 23,3% informó utilizando una herramienta de cribado específica, y pocos de ellos fueron validados pantallas recomendadas para su uso en mujeres embarazadas. Los encuestados que creen que el alcohol es seguro en algún momento del embarazo fueron significativamente menos propensos a examinar a sus pacientes.

Conclusiones

Los encuestados que informaron que el consumo de alcohol durante el embarazo es inseguro se sintieron más preparados para educar e intervenir con los pacientes con respecto al consumo de alcohol durante el embarazo y el TEAF que los encuestados que informaron haber bebido durante el embarazo eran seguros. La percepción de la seguridad del alcohol y las barreras percibidas para el cribado parecían influir en las prácticas de detección. Mejorar el conocimiento de los proveedores de atención prenatal sobre los efectos de la exposición prenatal al alcohol y la disponibilidad de herramientas válidas de detección de alcohol mejorará la detección de la bebida durante el embarazo, proporcionará más oportunidades para una intervención significativa y en última instancia reducir la incidencia de TEAF.