Las interacciones sociales negativas y el aislamiento se han relacionado con un mayor riesgo de autoadministración y recaída del fármaco, mientras que las interacciones sociales positivas pueden actuar como un factor protector contra el abuso de sustancias.

Investigaciones recientes, publicadas en Nature Neuroscience, han analizado la elección entre las drogas y la interacción social, utilizando ratas. Las ratas en el estudio donde ofrecieron una serie de opciones entre el fármaco (metanfetamina o heroína) y la interacción con una rata familiar o desconocida.

Los investigadores encontraron que, cuando se presenta con la opción de recompensa social, las ratas no elegirían autoadministrar la droga. Los investigadores también encontraron que la conexión social también actuó como un factor protector contra los antojos de drogas y la recaída y fueron capaces de vincular esto con la expresión de una neurona inhibitoria particular.

En los seres humanos, la adicción a menudo se desarrolla y persiste a pesar de la disponibilidad de interacción social. Los investigadores sugieren que esto es tal vez porque los seres humanos tienen un método más complejo de evaluar y sopesar el nivel de significado y recompensa de la interacción social.

A pesar de esto, los tratamientos conductuales que implican la elección de la recompensa social son muy efectivos para muchas personas que sufren de adicción. Esta investigación pone de relieve la importancia de comprender el mecanismo por el cual estas intervenciones pueden funcionar y puede ayudar a apoyar el desarrollo y la implementación de tratamientos de comportamiento basados en las redes sociales.