Abstracto

A medida que los países adoptan políticas más permisivas sobre el cannabis, es cada vez más importante identificar estrategias que puedan reducir los efectos nocivos del consumo de cannabis. Este estudio tuvo como objetivo determinar si el aumento del contenido de CBD del cannabis puede reducir sus efectos nocivos. Cuarenta y seis consumidores de cannabis sanos y poco frecuentes participaron en un ensayo aleatorizado, doble ciego, dentro del sujeto, de preparaciones de cannabis que varían en contenido de CBD. Hubo una visita inicial inicial seguida de cuatro visitas de administración de fármacos, en las que los participantes inhalaron cannabis vaporizado que contenía 10 mg de THC y 0 mg (0:1 CBD:THC), 10 mg (1:1), 20 mg (2:1) o 30 mg (3:1) de CBD, en un orden aleatorizado y contrabalanceado. El resultado primario fue el cambio en el recuerdo verbal tardío en la Tarea de Aprendizaje Verbal de Hopkins. Los resultados secundarios incluyeron cambios en la gravedad de los síntomas psicóticos (p.ej., subescala positiva de la Escala de Síndrome Positivo y Negativo [PANSS]), además de efectos cognitivos, subjetivos, placenteros, farmacológicos y fisiológicos adicionales. Se midieron las concentraciones plasmáticas seriadas de THC y CBD. El THC (0:1) se asoció con deterioro del recuerdo verbal retardado (t(45) = 3,399, d = 0,50, p = 0,001) e indujo síntomas psicóticos positivos en el PANSS (t(45) = −4,709, d = 0,69, p = 2,41    × 10-5). Estos efectos no fueron modulados significativamente por ninguna dosis de CBD. Además, no hubo evidencia de que el CBD modulara los efectos del THC en otras medidas cognitivas, psicóticas, subjetivas, placenteras y fisiológicas. Hubo una relación dosis-respuesta entre la dosis de CBD y la concentración plasmática de CBD, sin efecto sobre las concentraciones plasmáticas de THC. En las proporciones CBD:THC más comunes en los productos de cannabis medicinal y recreativo, no encontramos evidencia de que el CBD proteja contra los efectos adversos agudos del cannabis. Esto debe tenerse en cuenta en la política de salud y las decisiones de seguridad sobre el cannabis medicinal y recreativo.