El alcohol reduce la distancia física entre extraños

Format
Scientific article
Publication Date
Published by / Citation
PNAS May 18, 2021 118 (20) e2101937118; https://doi.org/10.1073/pnas.2101937118
Country
Estados Unidos
Keywords
alcohol
social behavior
physical distance
pandemic
covid-19

El alcohol reduce la distancia física entre extraños

abstracto

Es probable que la gestión de la pandemia represente una realidad global en los próximos años, pero la hoja de ruta sobre cómo abordar las restricciones pandémicas aún no está clara. De las restricciones decretada durante el COVID-19, entre las más polémicas se encuentran el alcohol. Al igual que muchas enfermedades infecciosas, el principal modo de transmisión del COVID-19 es la respiración directa de las gotitas emitidas durante el contacto social cercano, y los funcionarios de salud advierten que el consumo de alcohol puede conducir a una disminución del cumplimiento de las pautas de distanciamiento físico. Los órganos de gobierno han actuado para cerrar los bares antes que los restaurantes y también han restringido específicamente las ventas de alcohol, mientras que al mismo tiempo los de la industria de la vida nocturna han calificado tales acciones de infundadas y discriminatorias. Complicando estos debates es la falta de pruebas sobre los efectos del alcohol en la distancia física. En el estudio actual empleamos un diseño aleatorizado de administración de alcohol emparejado con medidas de visión artificial, analizando más de 20.000 lecturas de proximidad derivadas del video para examinar el efecto del consumo de alcohol en la distancia física durante la interacción social. Los resultados indicaron que el alcohol hizo que los individuos se acercara significativamente a un compañero de interacción desconocido durante el intercambio social, reduciendo la proximidad física a un ritmo con implicaciones potencialmente importantes para la salud pública. En cambio, el alcohol no tenía ningún efecto sobre distancia física con un socio familiar de la interacción. Los hallazgos sugieren que el alcohol podría actuar para superar una precaución natural que las personas sienten hacia los extraños y, por lo tanto, promover la transmisión del virus entre grupos sociales previamente desconectados.