Los investigadores predicen que el daño causado por el consumo de sustancias y las tasas de trastornos por consumo de sustancias en el Africa subsahariana aumentará significativamente en los próximos 30 años.

Con el fin de contar con un sistema de salud que funcione correctamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS)describe la necesidad de las siguientes características:

• trabajadores de la salud capacitados y motivados,
• una infraestructura bien mantenida
• un suministro fiable de medicamentos y tecnologías,
• el respaldo de una financiación adecuada con planes de salud sólidos y políticas basadas en la evidencia.

Este examen destaca sobre Kenya con el objetivo de proporcionar una visión general de la situación actual de los sistemas de tratamiento y prevención de los SUD del sector público en Kenya.

Para la revisión narrativa,los autores recogieron documentos gubernamentales, así como publicaciones de los siguientes: MINISTERIO DE Salud, Autoridad Nacional para la Campaña contra el Abuso de Alcohol y Drogas (NACADA), Parlamento de Kenya, Consejo Nacional de Información de La Ley, Oficina Nacional de Estadísticas de Kenia (KNBS) y Junta de Coordinación de la Organización Nacional No Gubernamental (ONG).

Puntos clave de la discusión:

• La Ley de Salud Mental de 1989, el principal marco legislativo que rige el tratamiento y la prevención del trastorno por consumo de sustancias, se centra únicamente en la atención institucional.
• Aunque en Kenya sólo hay tres centros de salud pública que ofrecen tratamiento para el trastorno por consumo de sustancias, varios actores no pertenecientes al sector público participan en actividades de tratamiento y prevención de los SUD.
• El Ministerio de Salud no tiene un presupuesto específico para el tratamiento y la prevención del trastorno por consumo de sustancias

En conclusión, los investigadores ofrecen la siguiente propuesta de cinco puntos:

1. Ley de 2018 sobre la promulgación del proyecto de ley de salud mental (enmienda) 2018.
2. Integración del tratamiento del trastorno por consumo de sustancias y la prevención en la atención primaria de salud para aumentar el acceso a la atención.
3. Uso del dinero obtenido de la fiscalidad del alcohol, el tabaco y las apuestas para aumentar la financiación para el tratamiento y la prevención del trastorno por consumo de sustancias.
4. Caracterización de la fuerza de trabajo del trastorno por consumo de sustancias para informar a la planificación.
5. Mayor colaboración entre el gobierno y los actores no estatales con el fin de aumentar el acceso al tratamiento y la prevención de la SUD.