Relaciones duales
En psicoterapia, una relación dual ocurre cuando un terapeuta tiene una segunda relación significativamente diferente con su cliente, además del vínculo tradicional cliente-terapeuta. Por ejemplo, un terapeuta puede descubrir que la persona que busca tratamiento resulta ser su vecino.
Algunas relaciones duales son inevitables, como puede ser el caso cuando un terapeuta está obligado a testificar en la corte. Pero hay otros que son voluntarios o casuales, como cuando un terapeuta y un cliente compran en las mismas tiendas en una pequeña comunidad. Independientemente de las circunstancias en las que surgió una relación dual, un terapeuta debe tener cuidado de seguir las pautas éticas y mantener límites saludables .
TIPOS DE RELACIONES DUALES
Según el Instituto Zur, los siguientes son tipos comunes de relaciones duales:
- Relación social dual: El terapeuta también es un amigo.
- Relación dual profesional: El terapeuta también es colega de trabajo o colaborador de alguien.
- Relación dual de negocios: El terapeuta también está involucrado con alguien en una capacidad de negocios.
- Relación dual comunal: Tanto el terapeuta como el cliente son miembros de una pequeña comunidad y es probable que se encuentren o participen en las mismas actividades fuera de la oficina.
- Relación dual institucional: El terapeuta cumple un papel adicional inherente a una institución en particular, como una prisión, un hospital o una base militar. Por ejemplo, un terapeuta podría ser el consejero de un preso y su evaluador de libertad condicional.
- Relación dual forense: El terapeuta es un consejero y un testigo en juicios o audiencias legales que involucran a su cliente.
- Relación dual de supervisión: El terapeuta también es responsable de supervisar y supervisar el desarrollo del cliente como terapeuta profesional, como ocurre a menudo en entornos educativos.
- Relación dual digital, en línea o por Internet: El terapeuta está conectado con el cliente en sitios de redes sociales como Facebook, Twitter y LinkedIn.
- Relación sexual dual: El terapeuta y el cliente están involucrados en una relación sexual y/o romántica.
RELACIONES SEXUALES DUALES
El Código de Ética de la APA prohíbe a los terapeutas tener intimidad sexual con los clientes actuales debido a conflictos de intereses éticos. Del mismo modo, los terapeutas no deben aceptar clientes con los que hayan tenido intimidad en el pasado. La APA permite a los terapeutas mantener una relación romántica con un antiguo cliente, asumiendo que han pasado al menos dos años desde que terminó la terapia. Sin embargo, incluso este tipo de relación sigue siendo muy desalentada.
A primera vista, puede parecer que las relaciones sexuales duales ocurren entre dos adultos que consienten. Sin embargo, la naturaleza de la terapia pone al cliente en una posición excepcionalmente vulnerable . La terapia a menudo implica compartir pensamientos íntimos y experiencias emocionalmente crudas. El cliente puede ser reacio a compartir estas cosas con una pareja romántica, lo que lo lleva a evitar temas importantes en la terapia o a cruzar sus límites personales.
Las investigaciones sugieren que la mayoría de los clientes que tienen relaciones sexuales con sus terapeutas finalmente ven esta intimidad como dañina. Incluso los clientes que inicialmente disfrutaron del sexo generalmente lo encontraron explotador en retrospectiva. Estos sentimientos pueden aumentar los síntomas de depresión, ira reprimida o ideas suicidas de los clientes. Es más probable que el cliente se aísle y desconfíe de los demás, lo que le dificultará recibir la atención adecuada en el futuro.
Los terapeutas que tienen relaciones sexuales con clientes pueden enfrentar graves consecuencias. Pueden ser sancionados por juntas de licencias y organizaciones profesionales. Su reputación profesional puede verse dañada hasta el punto de que ya no consigan nuevos clientes o referencias. También podrían acumular costosos honorarios legales. Como tal, incluso cuando un terapeuta tiene sentimientos sexuales por un cliente, no se recomienda que actúe sobre dichos impulsos.
PREOCUPACIONES ÉTICAS CON LAS RELACIONES DUALES NO SEXUALES
Las relaciones duales no sexuales pueden ser éticas o no éticas dependiendo de las circunstancias. El factor distintivo suele ser el establecimiento de la confianza mutua . ¿Puede cada parte confiar en que la otra respetará sus límites y necesidades? ¿O una de las partes abusa de la vulnerabilidad de la otra?
En algunos casos, la naturaleza dual de la relación puede ser beneficiosa desde un punto de vista clínico. Por ejemplo, si el terapeuta y el cliente son colegas en el campo de la salud mental, pueden estar interesados en explorar ciertas técnicas juntos. Esta exploración podría resultar útil para ambas partes, siempre y cuando se acuerden las directrices con antelación.
En otros casos, la relación dual puede ser un detrimento de la relación terapéutica. Es más probable que una relación dual sea dañina cuando:
- Hay una falta de objetividad.
- Ejemplo: Un terapeuta puede tratar a un influencer al que sigue en las redes sociales. Su admiración por el cliente puede sesgar su juicio clínico.
- El límite entre los roles no está claro.
- Ejemplo: Si un cliente y un terapeuta son amigos, es posible que sin darse cuenta comiencen a hablar de problemas de salud mental fuera de la oficina.
- No hay pautas sobre cuándo terminará la terapia.
- Ejemplo: Un cliente puede ser reacio a terminar la terapia con un vecino cercano por temor a encuentros incómodos más adelante.
- La diferencia de poder hace que sea fácil para el terapeuta dañar potencialmente al cliente.
- Ejemplo: El terapeuta también es el maestro del cliente y puede darle al cliente una mala calificación.
Al evaluar la ética de una relación dual, es importante preguntarse si la relación es realmente beneficiosa tanto para el terapeuta como para el cliente.