El COVID-19 (SARS-CoV-2) fue clasificado como pandemia el 11 de marzo de 2020, con los primeros informes de la enfermedad que ocurren en el área de Oriente Medio y norte de África (MENA). En enero de 2021, la Oficina Regional del Mediterráneo Oriental de la Organización Mundial de la Salud (OMS-EMRO) reportó 5.566.708 casos confirmados con 131.886 muertes hasta la fecha. Desde 2016, el área de Oriente Medio y Norte de África (MENA) ha experimentado un crecimiento modesto pero constante en la respuesta a la reducción de daños.

Poco se sabe sobre la respuesta sanitaria de la región y la situación de los consumidores de drogas (PWUD) durante el brote. Durante covid-19, la Asociación de Reducción de Daños mena (MENAHRA) llevó a cabo una investigación de método mixto para examinar el estado de PWUD y su influencia en los servicios de reducción de daños.

Se llevaron a cabo dos importantes actividades de recopilación de datos:

• La primera de las cuales fue una encuesta distribuida dirigida a profesionales regionales y de todo el país con el fin de obtener una visión actualizada sobre cómo las poblaciones importantes y los programas de reducción de daños están respondiendo al problema del COVID-19. Doce países y dos puntos de vista regionales respondieron a la encuesta.
• En segundo lugar, se llevó a cabo un grupo focal virtual (Zoom) con los puntos focales de la Red mena de personas que usan drogas (MENANPUD)(n = 11) para investigar la situación y el impacto de COVID-19, con un énfasis particular en su navegación de las pautas de salud pública y las medidas de confinamiento.

El estudio demuestra lo siguiente:

• En primer lugar, cómo covid-19 aumentó la marginación existente y la estigmatización de PWUD y otras comunidades importantes en el área de MENA, con COVID-19 teniendo una influencia significativa en los recursos a nivel gubernamental.
• En segundo lugar, también demuestra la dedicación de las organizaciones no gubernamentales (ONG) de reducción de daños a la diversificación de su respuesta, en particular a través de la divulgación móvil a los puntos críticos de drogas y la dependencia de la tecnología para ayudar a la sensibilización, la telemedicina y el suministro de medicamentos.
• En tercer lugar, los gobiernos de numerosos países de Oriente Medio y Medio Ambiente han realizado cambios positivos en sus políticas de reducción de daños, al igual que el compromiso continuo de las ONG existentes de reducción de daños para ayudar a las poblaciones de PWUD.

Como conclusión, la promoción y la implementación continuas de las respuestas de reducción de daños a nivel nacional y regional deben apoyarse mediante la integración en la planificación de emergencias sanitarias estatales y los esfuerzos de control de enfermedades, la sensibilización sobre la innovación y la telemedicina para apoyar los sistemas de salud y apoyo de las ONG y las cadenas de suministro de medicamentos, la dotación de recursos a las ONG y la prestación de apoyo económico a PWUD , el control de enfermedades y los esfuerzos de prevención, además de la investigación.