Uso indebido de sustancias y salud mental
Nuestros pensamientos, sentimientos y comportamiento son controlados por un complejo sistema de mensajería hecho de productos químicos llamados neurotransmisores. Estos neurotransmisores son sensibles a lo que está pasando en nuestro entorno interno y externo y reaccionarán y nos guiarán en nuestra respuesta.
Un neurotransmisor químico particular, dopamina, se libera cuando participamos en actividades placenteras y crea fuertes recuerdos de esa sensación positiva. La investigación ha encontrado que las sustancias psicoactivas más comúnmente adictivos son los que tienen influencia en el sistema de dopamina.
Las drogas afectan a nuestros neurotransmisores imitando, estimulando o prolongando su efecto. La metanfetamina, por ejemplo, aumenta la cantidad de dopamina dentro de nuestro sistema, generando artificialmente la sensación de ser 'alta'. La interacción también estimula la creación de recuerdos de la euforia, lo que lleva a las personas que buscan la experiencia de nuevo.
Al introducir drogas en nuestro cuerpo, nuestro equilibrio natural de productos químicos y los sistemas de mensajería se interrumpen. Nuestro cerebro, en un intento de restablecer los niveles adecuados de sustancias químicas dentro de nuestro sistema, puede reducir el número de neurotransmisores, así como sus receptores. Esto afecta nuestra capacidad para lograr esa sensación de placer que anhelamos y, como resultado, la gente a menudo aumentará la dosis para obtener un 'alto' que el cuerpo ya no es capaz de lograr.
Al entender la influencia que las sustancias tienen en los diferentes sistemas de mensajería química dentro de nuestro cuerpo, podemos empezar a entender la naturaleza y el verdadero impacto de la adicción.