Prevención de la privación del sueño en una sociedad de 24/7: una intervención Universal escuela para adolescentes
Serena Bauducco Ida Flink, Steven Linton
Introducción: Creciente evidencia muestra que los adolescentes están en riesgo de privación del sueño, que tiene graves consecuencias en el funcionamiento de la adolescents´, incluyendo la salud física y emocional y rendimiento escolar. Las intervenciones basadas en la escuela para prevenir la privación del sueño están luchando para lograr cambios de comportamiento, incluso cuando es motivación. Esto podría deberse a adolescentes dando prioridad a las obligaciones (por ejemplo, tarea de la escuela) o actividades de ocio más gratificantes sobre sueño. El presente barreras de intervención dirigido adolescentes pueden encontrar al tratar de cambiar sus comportamientos de sueño, tales como el uso de la información y la comunicación (TIC), estrés debido al trabajo escolar y actividades extraescolares. Además de educación del sueño, los componentes incluyen entrenamiento de gestión de tiempo y una constante discusión sobre uso de las TIC. El objetivo de este estudio fue evaluar la efectividad de la intervención a corto y a largo plazo.
Métodos: Participaron 222 estudiantes de escuela secundaria (edad 13-15, 60% las niñas). La intervención consistió en 5 x 45 min clases (más de 6 a 7 semanas). Datos se recolectaron al inicio (2 semanas antes del inicio de la intervención), durante la intervención (semanal) y en la carta recordativa de 1 año (previsto en la primavera 2017). Medidas semanales incluidas, un diario del sueño para la semana de la escuela y duración del sueño del fin de semana, uso móvil y motivación para el cambio; antes después de la intervención medidas incluidas, higiene del sueño, percibida de estrés y estado de ánimo. Realizamos medidas repetidas ANOVA. En la carta recordativa de 1 año vamos a comparar el grupo de intervención a una cohorte de adolescentes (N = 2700, edad 13-15) seguido longitudinalmente más de un año.
Resultados: Conocimiento de sueño (F(1, 178) 133.04, p <.001) y dormir higiene (F(1, 193) 6.38, p =.012) mejoró significativamente. Dormir duración mejorada sólo para los adolescentes que informaron de corta duración (es decir, menos de 7 h, el grupo de riesgo) al inicio del estudio (F(6, 186) 5.18, p <.001. Adolescentes en el grupo de riesgo también informaron de más uso de la tecnología en la línea de fondo, que disminuyó para todo el grupo después de la intervención (χ2 (1) = 4,67, p =.044. Del mismo modo, adolescentes informaron menor estrés percibido al final de la intervención (F(1, 181) 3,85, p =.05. Motivación para el cambio generalmente disminuido (F(4.12, 523.87) 6.205, p <.001), pero no para el grupo de riesgo (p =.67.
Conclusiones: Corto plazo indican que la intervención tuvo un efecto en las conductas objetivo, especialmente para el grupo de riesgo. Sin embargo, el seguimiento de 1 año será crucial para evaluar el efecto preventivo de la intervención. Es decir, si la incidencia de la privación del sueño es menor en la intervención en comparación con el grupo de comparación.
Este Resumen fue presentado a la sociedad de 2017 para la reunión anual de investigación de prevención.