Nueva investigación financiada por el Instituto a nacional sobre abuso de drogas (NIDA) ha encontrado que los estudiantes de Universidad que regularmente consumen bebidas energéticas son más propensos a desarrollar desórdenes de uso de alcohol más adelante en vida. Los mismos estudiantes también están en mayor riesgo de consumo de cocaína futuro o uso no médico de medicamentos estimulantes.

Consumo de bebidas energéticas no encontraron, sin embargo, para ser un predictor de futuro uso de marihuana o tabaco. Este último estudio guarda trabajos anteriores realizados en animales que sugieren que la cafeína puede cebar el cerebro adolescente en desarrollo para su uso posterior de drogas. Dicho esto, una relación directa entre el consumo de bebidas energéticas durante la adolescencia y un mayor riesgo futuro de consumo de drogas en los seres humanos no se encuentra.

Los autores sugieren que la investigación futura sobre los efectos de las bebidas energéticas en el cerebro en desarrollo es necesaria para guiar las iniciativas políticas y prevención.

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