Atlas de salud mental 2017
06 de junio de 2018, que es el Atlas de Salud Mental 2017 revela que aunque algunos países han avanzado en planificación y formulación de políticas de salud mental, hay una escasez mundial de trabajadores de la salud entrenado en salud mental y la falta de inversión en servicios de salud mental comunitaria.
"Esta última edición del Atlas de Salud Mental nos brinda aún más evidencia que escala de recursos para la salud mental no está sucediendo con la suficiente rapidez. Sabemos lo que funciona. Falta de inversión en salud mental como un asunto de urgencia tendrán salud, costos sociales y económicos en una escala que rara vez hemos visto antes,"dijo el Dr. Shekhar Saxena, del Director de la OMS Departamento de Salud Mental y abuso de sustancias.
El Atlas ofrece información sobre la existencia de políticas, planes y leyes de salud mental y su alineación con los instrumentos de derechos humanos; los recursos humanos y financieros disponibles; el tipo de instalaciones de atención; y programas de salud mental para la prevención y promoción.
Se basa en los datos proporcionados por 177 Estados miembros, que representan el 97% de la población mundial y mide el grado a que los países están fortaleciendo liderazgos y gobernanza para la salud mental; prestación integral de salud mental y asistencia social; implementación de estrategias para promover la salud mental y prevenir los problemas y fortalecer la evidencia y la investigación, como se indica en que la completa acción Mental de salud Plan 2013-2020.
En países de bajos ingresos, la tasa de trabajadores de la salud mental puede ser tan baja como el 2 por 100 000 habitantes, en comparación con más de 70 países de altos ingresos. Esto es en contraste con las necesidades, teniendo en cuenta que 1 de cada 10 personas se estima que necesita atención de salud mental en cualquier momento.
Menos de la mitad de los 139 países han instituido planes y políticas de salud mental, tienen estos alineados con las convenciones de derechos humanos que subrayan la importancia de la transición de la institución psiquiátrica a servicios comunitarios y la participación de las personas con trastornos mentales en las decisiones que les conciernen. Y demasiado a menudo, cuando se realizan planes de salud mental, no son apoyados por los recursos humanos y financieros adecuados.